Alejandro José Ceballos Peña: Conoce algunos de los juicios más famosos de la historia. (Segunda parte)
Los abogados deben tener mucho carácter para enfrentarse a las presiones propias de esta exigente profesión. Muchos de los que hoy son profesionales de esta área encontraron su motivación en los casos que mayor exposición han tenido en la sociedad. Teniendo esto presente, hoy les presentamos algunos de los casos judiciales más famosos de la historia:
Miranda contra Arizona (1966)
La Corte Suprema estatal dictaminó que los presuntos delincuentes que sean detenidos, deben ser informados de su derecho constitucional a un abogado y contra la autoinculpación antes del interrogatorio policial. Este caso comenzó en 1963 con el arresto de Ernesto Miranda, residente de Phoenix, quien fue acusado de violación, secuestro y robo. Es importante destacar que Miranda no fue informado de sus derechos antes del interrogatorio policial en el cual, supuestamente, se declaró culpable de los cargos presentados. Durante el juicio fue condenado a 20 años de prisión por violación y a 30 por secuestro.
Hizo un llamado a la Corte Suprema de Arizona afirmando que su confesión había sido obtenida de manera inconstitucional; el tribunal, sin embargo, confirmó la condena. Miranda apeló a la Corte Suprema de los Estados Unidos, que revisó el caso en 1966, y dictaminó que la fiscalía no podía presentar la confesión de Miranda como evidencia en un juicio penal, ya que la policía no había informado primero a Miranda sobre su derecho a un abogado y contra la autoinculpación.

Tiroteo en OK Corral (1881)
Este es el tiroteo más famoso del viejo oeste. Duró unos treinta segundos, tiempo suficiente para dejar tres hombres muertos y otros tres heridos, además de muchas preguntas que han ocupado a los historiadores por más de un siglo. Este tiroteo generó cargos criminales contra los tres hermanos Earp (Wyatt, Virgil y Morgan) y Doc Holliday que, cerca de OK Corral el 26 de octubre de 1881, decidieron aplicar la ley contra cuatro notorios “vaqueros”.
Después del tiroteo, la audiencia consideró si los Earps y Hollidays mataron por miedo justificado o para deshacerse de alborotadores y enemigos personales. Tras semanas de testimonios, el juez Spicer dio su respuesta, a favor de la defensa.